La conducta suicida es un problema exclusivamente humano, multicausal y multifactorial. Además de factores biológicos (genéticos u otros), intervienen multitud de factores sociales, culturales,
personales, familiares, etc., lo que, además de producir la gran variabilidad epidemiológica que existe entre países, regiones y localidades, la hace especialmente compleja de entender y de
abordar.
No sabemos por qué se suicidan las personas, al igual que no sabemos por qué se deprimen o por qué padecen cáncer. Eso no significa que no sepamos cómo prevenirlo. La Fundación Española para
la Prevención del Suicidio intenta ayudar a ello.
Sobre la conducta suicida, sobre quienes la padecen e, incluso, sobre su entorno próximo, existe un estigma histórico que hay que ir rompiendo (al igual que se ha ido haciendo con otros tantos
tabúes sociales). Estos prejuicios, que dificultan enormemente la adecuada detección y abordaje del riesgo suicida, junto con las señales de alerta y los factores precipitante son lo que se
pueden consultar en esta sección de la web y en la app Prevensuic.
